22 de enero de 2011

Edición N° 54



El pulpo Paul tiene su estatua

Apareció una estatua del pulpo Paul, fue en el acuario Sea Life de Oberhausen, en el oeste de Alemania, lugar donde pasara en cautiverio su vida el pobre animal preso de la violencia del ser humano. La estatua de 1,80 metros de altura del pulpo vidente es la nueva atracción del lugar, parece que será la nueva forma de currar, al menos hasta que les aparezca algún otro bicho con una gracia de la cual puedan vivir y llenarse los bolsillos de oro.
La estatua contiene las cenizas del animal, la FIFA se jugó y les regaló una pelota, se registran también en el acuario las cajas plásticas con las que adivinaba los resultados de los partidos, los dueños del lugar suelen pasar el video en el que Paul predijo la mediocre victoria de España sobre Holanda.




Julio se caga todos

Julio se caga en vos y en mí, pero nos lo cuenta amablemente en un libro que pronto adoraremos. “Me robé todo” así se titula la autobiografía de Julio Grondona, mafioso, carismático, garca, divino, iluminado; todas características suficientes como para mantenerse al frente de la AFA por años y años (tomen nota los K). Entre otras cosas, en su libro, Don Julio cuenta como acomodó a medio mundo para mantener su hermosa torta y amarrocar billetes sin pausa. El deseo de poder y la desmedida ambición lo llevaron a convertirse en el cerdo traidor que le clavara un puñal por la espalda al más grande del futbol mundial. En otro de los pasajes del libro se hace responsable de la muerte del pulpo Paul, supersticioso hasta el exabrupto, Grondona, mando sus matones a Alemania para que eliminaran al octópodo, “que parezca un accidente…”
Este genial y vulgar personaje parece salido de una de gangsters, una especie de Al Capone de Sarandí dispuesto a disparar contra cualquier código o moral que le impida realizar su reinado de bestial autocracia y excesos.

1 comentario:

Lautaro Huseby dijo...

Maradona presidente de la FIFA YA!!!


abrazo Japóooon!!!